¿Tienes que hacer una mudanza y te surgen dudas sobre cómo transportar tu nevera sin que sufra daños? Los expertos en el sector sabemos que transportar electrodomésticos es uno de los factores más complicados de todo el proceso de una mudanza, sobre todo, el frigorífico por su volumen y peso.
No obstante, en este artículo vamos a exponerte algunas pautas interesantes para que tu nevera llegue en perfectas condiciones al nuevo domicilio.
Lo primero de todo, debes clasificar el traslado en dos etapas diferentes: Preparación y transporte. En la primera, lo importante es dejar la nevera totalmente limpia y preparada para la mudanza; en la segunda, proteger el producto para que no se deteriore en el camino.
Gracias a las empresas de mudanzas, podrás evitar tener que efectuar este cansado trabajo. Sin embargo, si prefieres hacerlo tú, estamos convencidos de que si sigues estos tips, tu nevera no sufrirá daños.
No olvides desenchufar el aparato al menos 12 horas antes de hacer la mudanza para que se descongele del todo. Si lo haces la noche anterior al traslado, será suficiente. Por supuesto, tendrás que vaciarlo por completo de alimentos y, a ser posible, realizar una limpieza antes del traslado para eliminar toda la suciedad y evitar malos olores o deterioro en las gomas.
En la mudanza tu nevera sufrirá muchos movimientos, por lo que debes asegurarte de retirar tanto las bandejas y estantes como los cajones y partes desmontables. Para evitar que se rompan, te aconsejamos que envuelvas todos esos elementos en papel de burbuja y los introduzcas en alguna caja de cartón para, posteriormente, precintarla con cinta adhesiva. No olvides etiquetar las piezas para facilitarte el trabajo cuando tengas que volver a montarlas en tu nuevo hogar.
Para que no sufran golpes en el traslado, lo mejor es anudar tanto la puerta del frigorífico como la del congelador con una cuerda o cable flexible. Ojo, no utilices ni cinta adhesiva ni cables metálicos pues podría saltar la pintura.
Con el fin de que el líquido refrigerante no se vierta, sobre todo, si tu nevera es antigua, te recomendamos que transportes tu electrodoméstico en posición vertical. Para moverla, necesitarás una plataforma rodante o una carreta de pie y, casi de forma obligatoria, la ayuda de otra persona. Recuerda que si no quieres lesionarte o prefieres que lo hagan profesionales, siempre puedes optar por contratar los servicios de una empresa especializada en mudanzas.
En conclusión, trasladar un frigorífico en una mudanza no es difícil, pero requiere de tiempo para preparar el electrodoméstico, tanto antes como durante el transporte. Esperamos que estos consejos te resulten útiles para conseguir resultados satisfactorios.