Cierto es que estamos en España y que nuestro país se conoce en el extranjero por lo mucho que calienta el sol y por lo bonitas que son nuestras playas. Ahora bien, los españoles también saben que en invierno puede llegar a hacer mucho frío y que puede caer también mucha nieve, dependiendo por supuesto de en qué parte de la geografía te encuentres.
Hoy queremos abordar la mudanza en invierno, entendiendo por invierno aquél que te puede complicar mucho la existencia por culpa de la niebla, la nieve o simplemente por el frío extremo.
1.- Asegúrate de que dispones de calefacción y de luz eléctrica en la casa a la que te estás mudando. Es recomendable que incluso hagas una prueba de que todo funcione correctamente, un par de días antes de la mudanza en invierno; si existe algún problema técnico tendrás tiempo de solucionarlo antes de congelarte allí la primera noche. Si no tienes posibilidad de hacer la prueba por ti mismo, intenta hacerlo a través de un amigo o conocido. Quizá puedas pedirle el favor al agente inmobiliario que te haya vendido o alquilado la casa.
2.- Consulta regularmente la previsión meteorológica en los días previos a la mudanza. De este modo conocerás de antemano cualquier cambio imprevisto o extremo del tiempo y podrás tomar decisiones al respecto. No dejes nada a la improvisación.
3.- Ten siempre a mano un termo con café, chocolate caliente o té. Durante la mudanza en invierno es fácil perder los ánimos y el frío agrava esta circunstancia; una buena taza de algo caliente viene muy bien para levantar la moral de cualquiera.
4.- Protege bien los interiores de las viviendas. Con el mal tiempo viene la lluvia e incluso la nieve. Esto quiere decir que los suelos e incluso las paredes se mojarán o mancharán. A tal efecto, recubre las superficies que puedas con cartones o plásticos, teniendo mucho cuidado de hacerlo sin provocar que la gente tropiece durante tu mudanza en invierno.
5.- Planifica bien la ruta a seguir con el coche. Si vas desplazarte en automóvil hasta tu nuevo destino, consulta el estado de las carreteras y busca la ruta más segura. Habla con tu empresa de mudanzas y pregunta qué ruta seguirá el camión; es probable que tengan información útil al respecto.
6.- De nuevo, si te enfrentas a una mudanza en invierno y vas trasladarte en coche, recuerda hacerle una revisión previa y partir con el depósito lleno. Lleva el teléfono móvil bien cargado y en caso de frío extremo, no olvides llevar mantas en el maletero.
7.- Ten a mano los teléfonos de los diferentes servicios de emergencias que podrías necesitar en el caso no deseado de un accidente o emergencia.
8.- Dependiendo de cómo sea el acceso a las viviendas (origen y destino), quizá la nieve dificulte el paso de los operarios de la mudanza. Ten a mano un par de palas y sal especial para nieve. Evitarás con ello resbalones y posibles lesiones.
9.- Si el tiempo se complica mucho, lo mejor que puedes hacer es llamar a tu empresa de mudanzas e intentar posponer la fecha del traslado. Lo normal es que sean flexibles en este sentido pero teniendo en cuenta que ellos serán los que más sufrirán con las inclemencias meteorológicas, a buen seguro serán justos y objetivos en este sentido.
En resumen, cuando las inclemencias meteorológicas arrecian, pide ayuda a tu empresa de mudanzas y sigue nuestros consejos. Posponer la mudanza es una medida extrema pero cuando no hay más remedio, es mejor esperar a que se aclare el tiempo y evitar que nadie corra riesgos innecesarios. Dicho lo cual, Mudanzas OCM es la empresa líder en su sector y hacemos mudanzas llueva o truene.