¿Por dónde empezar en una mudanza?

A la hora de prepararte para cambiar de domicilio, es normal que te sientas abrumado. ¿Por dónde empezar en una mudanza? Seguro que tienes un montón de preguntas en la cabeza. Hay miles de cosas de las que no te quieres olvidar, y el orden lo es todo en el traslado. Por ello, contratar una empresa de mudanzas es clave a la hora de agilizar la mudanza, pues te ayudará a completarla más rápido. Vamos a ver cómo empezar una mudanza y los mejores trucos para hacer más cómodo el traslado a tu nuevo hogar.

¿Cómo empezar una mudanza?

La fase de preparación de la mudanza comienza con la planificación de la misma. Para ello, coge papel y lápiz y haz una lista con lo que te llevarás y otra con lo que no. En la primera, deberías indicar en qué caja guardar los objetos importantes para poder localizarlos rápidamente cuando llegues al nuevo piso.

Puedes conseguir las cajas en los comercios de tu barrio, aunque también comprar alguna caja de grandes dimensiones y confeccionada en plástico, ya que te ayudarán a transportar tus cosas en la mudanza. Eso sí, límpialas bien antes de usarlas y asegúrate de que son lo suficientemente robustas.

Seguramente, la lista con lo que no te llevarás será más corta. Es un buen momento para hacer limpieza y tirar, vender o regalar aquello que ya no te sirve, lo que no quieras o lo que ya no tiene ningún valor sentimental para ti. Controla bien los tiempos: no empieces a empaquetar muy pronto, pero tampoco lo dejes para última hora. Puedes empezar una semana antes del traslado, o si ya tienes acceso a la casa, ir llevando cajas poco a poco, por ejemplo las de aquello que utilizas menos, como la ropa de invierno si te mudas en verano.

El orden es fundamental a la hora de transportar las cosas. Tenemos tres opciones:

• La primera sería organizarnos por habitaciones: el baño, el dormitorio, la cocina, el salón, el despacho… De este modo, empaquetamos y desempaquetamos las cosas de cada estancia.
• La segunda sería organizarse por afinidad: una caja de libros, otra de sábanas, otra de cuadros… sin tener en cuenta en qué habitación estaba.
• Por último, puedes empaquetar por proximidad, colocando en la caja lo primero que encuentres. Es la forma más caótica de preparar la mudanza.

Asegúrate de elegir la fecha adecuada, lo que te ayudará a minimizar el estrés y la ansiedad que suelen generar estos traslados. Lógicamente, recurrir a expertos en mudanzas nos facilita todavía más las cosas, pero procura que no coincida con períodos lectivos para no alterar la rutina de tus hijos, especialmente si están de exámenes. No olvides rotular bien las cajas para saber en todo momento qué contienen. Cuando llegues al nuevo hogar, lo agradecerás.